"
Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.- Apocalipsis 21:8
Cobarde es aquel que no tiene suficiente ánimo para afrontar sus errores, es aquel que se equivoca y no sabe reconocer su error. El cobarde no sabe hacer frente a la vida con el amor y la gracia de Dios.
Cobarde es aquel que no pide perdón al ofender. Cobarde es el que no puede perdonar al que le ofende.
El cobarde es incapaz de defender la verdad del evangelio de Cristo, y no sabe levantar su voz en contra de la falsedad y atrocidad de este mundo perdido.
Un cobarde es aquel que no defiende el nombre de Cristo y su causa.
Dios busca gente valiente. VALIENTE NO ES EL QUE NO SIENTE MIEDO, ES AQUEL QUE, A PESAR DE SENTIR MIEDO, ESTÁ DISPUESTO A AFRONTAR CUALQUIER SITUACIÓN CON PAZ Y PACIENCIA.
El cristiano debe ser valiente y debe aprender a defender su fe en Jesucristo para no amoldarse a los estándares del mundo. Como cristianos, nuestra justicia debe ser superior a la del sistema que nos rodea. Si el sistema dice: “odia a tu enemigo”, nuestro valor cristiano debe decir: “ama al enemigo”.
Hay que ser muy valiente para perdonar al que ofende. Los cobardes no pueden perdonar.
En tiempos de escases debemos ser muy valientes para confiar y creer que Dios suplirá todo lo que nos falta si primero buscamos su reino y su justicia.
Hoy, más que nunca, debemos pedir al Espíritu Santo que nos fortalezca para que no seamos cobardes, sino valientes en Dios. Solo los valientes alcanzarán la verdadera vida abundante y gozarán de la presencia de Dios eternamente.